Temas de Integridad
el 1 de Julio de 2006
“Las prácticas gubernamentales
no atentan contra la integridad”
Pregunta: (E-246)
El gobierno está grabando las llamadas telefónicas
y está supervisando las actividades en la red cibernética,
mientras las cámaras en los caminos nos espían
mientras manejamos. ¿Tales prácticas violan
la integridad?
Respuesta:
¡NO! Los arquitectos de esa rigurosa intromisión
son los mismos a los que con frecuencia les reclamamos
mantenernos seguros. La tendencia a "fisgonear" puede
ser trazada por el egoísmo: Los agresores en la
red y cibernautas abusan de otros con el descuido al
por mayor de la privacidad. Los pedófilos de la
red seducen, violan y asesinan a los niños.
Los terroristas usan teléfonos celulares para explotar bombas. Conductores
egoístas convierten las carreteras panorámicas en campos de muerte
con cólera en el camino.
Los programas de televisión basados en situaciones reales presentan lenguaje
y peleas sucias, para satisfacer la demanda un mercado de reprobable conducta.
Debería ser del conocimiento común que a menos que operemos con
integridad, incluyendo nuestro autocontrol, la sociedad demandará un incremento
de supervisión gubernamental. Cuando los individuos elijan ignorar los
límites constructivos, enton-ces las autoridades que ejercen el poder
llevarán a cabo una intromisión supervisada con el apoyo de muchos.
El descuido de otros motiva el acercamiento de la intromisión, estrangulando
libertades previamente otorgadas. Desafortunadamente, los individuos que no piensan
regularmente intercambian la libertad por la seguridad, por lo menos, a corto
plazo. Presentadores de televisión como Jerry Springer y Maury Povich
han reemplazado la conversación con gritos - profusamente provechoso para
un modelo de comportamiento que ahora testigos de 10 años de edad usan
casi automáticamente como armas para resolver los problemas cuando juegan.
La violencia empieza con una idea y termina con la muerte,
y se debe detener. La invasión de la privacidad, en nombre de la seguridad, es una tendencia
que será difícil revertir hasta que la sociedad esté preparada
para auto controlarse por medio de tales comportamientos centrados en la integridad
como el carácter, apertura, honestidad, amabilidad y civilización.
El respeto a otros desplazará una cultura de "primero yo" cuando
más individuos dejen de enviarse mensajes instantáneos por la red
en el trabajo y en casa.
Las computadoras de la oficina
son para trabajar, no para jugar. El teléfono
en el trabajo es para conectarse con clientes y prospectos, no para "platicar" con
los amigos.
El hogar es donde "los compañeros reales" se apoyan uno al otro,
comprometiéndose, apoyándose mutuamente y siendo fieles entre sí.
Estamos obligados a supervisar nuestros ambientes personales
y laborales, supervisando y controlando a los visitantes
que estén ahí.
Si aseguras las puertas de tu casa antes de salir, entonces, ¿Por qué no
haces lo mismo con las televisiones y computadoras que abren tu casa a potenciales
intrusos atroces?
Pedir que los servidores públicos, electos y asignados, trabajen para
combatir las actividades destructivas - sobre las calles, en los vecindarios,
por medio de la televisión y la red, y sí, dentro de nuestras propias
agencias.
Apoya valores constructivos, retando comportamientos destructivos,
cuando y donde ocurran - urgente, clara y amablemente.
JIM BRACHER es el fundador del Centro
Bracher para la integridad de los líderes en Monterrey.
Su columna “Temas de integridad”, aparece
cada mes en El Sol. Los lideres pueden enviar sus preguntas
acerca de asuntos relacionados con grupos sociales y valores
al siguiente correo electrónico: newsroom@salinas.gannett.com
o a info@brachercenter.com.